Persecución y presunto martirio
Cuando estalló la Revolución, se confeccionaron en los pueblos las llamadas "listas negras", en la del Arobç del Penedès, consta su nombre como desafecto, de hecho, los del Comité revolucionario de lArboç le exigieron que se presentase personalmente cada día por la mañana y por la tarde, junto con algún otro miembro del grupo.
El 26 de julio fue hecho prisionero en el "Café Arborense" con otros cinco fejocistas. Antes de subir al camión, pidió que le dejaran ir a ver a su padre, que se encontraba gravemente enfermo, cosa que no le permitieron. Rezaron todos juntos el acto de contrición, en la creencia de que les llevaban al martirio. Los detenidos y Magín Tarrida fueron apresados por unos veinte individuos de diferentes Comités vecinos, que los llevaron primeramente a Vilafranca del Penedès, posteriormente a Sant Marçal, aproximadamente sobre las siete de la tarde pasaban por el cruce de carreteras de Sant Marçal y Castellví de la Marca, allí fueron puestos en fila como para fusilarlos y uno de los pistoleros se puso a empujar a Magí Tarrida para que sobresaliera del grupo. Arrodillado a los pies de su verdugo, primero le pidió que no le matase, que Dios le castigaría. Después pidió perdón a Dios de sus culpas, y pidió perdón a sus compañeros de Junta que presenciaban todo esto. Finalmente dijo a su verdugo: "Yo te perdono" y acto seguido quedó tendido en el suelo, con cinco tiros en la cabeza. Tuvo un recuerdo para sus padres y cayó asesinado el mismo día en la cuneta de la carretera de Sant Marçal de Castellví de la Marca, a unos 300 metros de la iglesia parroquial. Al lado había un grupo de gente del pueblo, hasta mujeres y niños, que se lo miraban desde el campanar riendo sarcásticamente y aplaudiendo a los autores del crimen. 
Se le asesina en calidad de "presidente de Acción Católica" (Tribunal III)

Fama
Por parte de los parroquianos de l'Arboç del Penedès se ve con esperanza la posible beatificación de un feligrés, recordado pese a la distancia de los años, por su acción católica y que murió asesinado, siendo presidente de la Federació de Joves Cristians de Catalunya, por su fe y perdonando a sus asesinos.